Cuando se adopta una mascota, siempre hay que hacerse una serie de preguntas, como por ejemplo
¿Cómo voy a ir de vacaciones?
¿Podré llevarlo conmigo a todas partes?
Es cierto que los gatos son sensibles a los cambios de entorno. No siempre tienen la capacidad de adaptarse fácilmente a un lugar desconocido.
Cuando se planea ir de vacaciones, la primera pregunta que hay que hacerse es: ¿debo llevarme a mi gato de vacaciones?
Hay que analizar cuidadosamente el balance beneficio-riesgo.
lista de cosas en las que pensar o hacer para preparar su viaje con tranquilidad:
-Comprobar si se aceptan animales de compañía en mi destino de vacaciones
-Infórmese sobre las condiciones de viaje en avión con mi compañía aérea
-Infórmese de los trámites administrativos que debe seguir al salir al extranjero con mi veterinario
-Haga una lista de las pertenencias de su gato y de los objetos personales que no debe olvidar llevar consigo
-Prevenir cualquier problema que pueda surgir durante el viaje, como los vómitos, comentando la medicación adecuada con mi veterinario
-Averiguar si hay una clínica veterinaria cerca de mi destino de vacaciones
-Acostumbrar a mi gato al transportín.
-Se darán consejos y errores que hay que evitar cuando se viaja al destino de las vacaciones. Uno de los principales riesgos de viajar en coche es la insolación.
Una vez que llegue a su destino de vacaciones, tendrá que hacer algunos ajustes para que su amigo de cuatro patas se sienta como en casa.
Su regreso a casa será una vuelta a la vida normal para usted pero un nuevo cambio de entorno para su gato. Se le pedirá que se adapte de nuevo. Un difusor de feromonas calmante puede ayudarle a reclamar su territorio.
Es importante recordar que si quieres viajar regularmente con tu gato, es necesario acostumbrarlo desde que es un gatito. Así será más adaptable como adulto.
Lo más importante es tener siempre en cuenta el bienestar de tu mascota a la hora de tomar decisiones para ir de vacaciones con ella.